3 Traficarán con vosotros por codicia, con palabras artificiosas; desde
hace tiempo su condenación no está ociosa, ni su perdición dormida.
4 Pues si Dios no perdonó a los Ángeles que pecaron, sino que,
precipitándolos en los abismos tenebrosos del Tártaro, los entregó para ser
custodiados hasta el Juicio;
5 si no perdonó al antiguo mundo, aunque preservó a Noé, heraldo de
la justicia, y a otros siete, cuando hizo venir el diluvio sobre un mundo de
impíos;
6 si condenó a la destrucción las ciudades de Sodoma y Gomorra,
reduciéndolas a cenizas, poniéndolas como ejemplo para los que en el
futuro vivirían impíamente;